jueves, 14 de abril de 2011
COMO USAR UNA MAQUINA DE PUNTADA RECTA
Siga la s iguites recomendaciones para dar un buen uso a una maquina de puntada recta
LA PRIMERA MAQUINA DE COSER INDUSTRIAL
Aunque hoy una aguja de este estilo sea muy popular ya que es capaz de solucionar problemas esenciales, para esa época no tuvo gran aceptación; ésta llegaría en 1830 cuando el sastre vienés Maderspeger construyó una máquina, y casi al mismo tiempo, en Francia Barthelemy Thimonnier construía la primer máquina de coser que fue reconocida a nivel mundial. La primera máquina de coser constaba de una aguja de lengüeta que tenía como función prenderse en la tela, pero como ésta última no tenía un sistema de transporte, debía moverse a mano. Aunque este invento le parecía a muchos insignificante, el mismo tuvo una gran importancia en la industrial militar, ya que Bathelemy Thimonnier levantó su industria de costura que tuvo como primer cliente a la milicia Francesa. El confeccionamiento de uniformes militares tuvo un gran auge hasta que sus máquinas de coser fueron destruidas por sus obreros que estaban temerosos de perder sus puestos de trabajo
Luego de este trago amargo, Thimonnier desistió y dejó de lado los planes de perfeccionamiento de su máquina de coser. Para saber como siguió la evolución de este artefacto tenemos que remontarnos a Estados Unidos, más precisamente a fines de 1830 en Nueva Cork, allí se inventó la primera máquina de coser de pespunte, pero aunque esto sonaba como gran invento, no tuvo el éxito comercial esperado.
Fue recién en 1846, cuando otro norteamericano llamado Elias Howe patentó una máquina de coser que se parecía en gran forma a la que había sido inventada en Nueva Cork; como desventaja principal encontrábamos su mecanismo de transporte.
Fue recién en 1846, cuando otro norteamericano llamado Elias Howe patentó una máquina de coser que se parecía en gran forma a la que había sido inventada en Nueva Cork; como desventaja principal encontrábamos su mecanismo de transporte.
HISTORIA DE LA MAQUINA DE COSER INDUSTRIAL
La máquina de coser es un elemento o instrumento que se sigue utilizando hoy en día en nuestra vida diaria, es capaz de ahorrarnos muchas horas de trabajo ya que es capaz de confeccionar ropa de alta costura. La máquina de coser es considerada uno de los inventos más productivos que el hombre llevó a cabo.
Para miles de estudiosos la máquina de coser nació en 1970 y fue diseñada por Thomas Saint, un ebanista londinense; según registro de la época se decía que esta máquina de coser era capaz de dar puntadas de cadena de un solo hilo, algo fascinante para la época, además contaba con una aguja horquillada que atravesaba el orificio que hacía la lenza. Pero muchos todavía dudan si realmente fue él el inventor. Más adelante ya en 1810, fue un alemán de apellido Krems quien daría vida a la aguja con ojo en la punta; esta aguja es la que utilizamos habitualmente para coser botones o hilvanar pantalones o por qué no, hacer dobladillos. |
Características físicas de la aguja de coser
La aguja tiene varias características que determinan la eficacia de la formación del punto. La aguja de la máquina de coser debe estar siempre recta y afilada para una costura óptima. Una aguja normal de máquina de coser se divide en las siguientes partes:
- Talón: Es la parte de la aguja que se fija en la empuñadura en la parte inferior de la barra de aguja del brazo. Tiene una forma cilíndrica y, a veces, presenta una sección longitudinal, lo que ayuda para el posicionamiento exacto de la aguja en la máquina.
- Cono: Es el final del talón, tiene un cono truncado para facilitar su inserción en la barra de la aguja.
- Tronco: También tiene una forma de cono truncado, conecta el extremo superior de la aguja con parte inferior.
- Ranuras: Este es un canal excavado a lo largo del tronco en la parte delantera del ojo para el hombro y tiene la función de contener la costura durante el paso por el tejido, con el fin de no causar fricción. En algunos casos, puede ser una ranura en la parte posterior de la aguja, pero más pequeña
- Ojo y punta: El ojo es el orificio en donde se coloca el hilo, este por lo general tiene forma de ovoide. Debajo del ojo esta la punta, que debe estar siempre afilada
Estructura de la máquina de coser
La típica estructura de la máquina de coser se compone de una base desde la cual el cuerpo de la máquina se apoya, dentro del cuerpo se encuentran los engranajes de movimiento de la aguja. Del cuerpo sale un brazo. El extremo opuesto del brazo termina con la cabeza que apoya la barra de la aguja, por fuera están las poleas que determinan la tensión del hilo.
Las máquinas de coser son diferentes por el tipo de punto que se obtiene de ella.
MAQUINA DE COSER MANUBRIO Y PEDAL
Las primeras máquinas de coser de gran aceptación se accionaban girando una manivela. Más tarde se incorporaron un pedal y un dispositivo de manivela que permitían al operario usar las dos manos para guiar el material bajo la aguja. Las máquinas de coser modernas están equipadas con motores eléctricos que se activan con un interruptor accionado con el pie o la rodilla.
PRIMERA MAQUINA SOFISTICADA
La primera máquina práctica de coser fue la fabricada en 1829 por el sastre francés Barthélemy Thimonnier. Éste empleaba una aguja en forma de gancho que se movía hacia abajo mediante un pedal y volvía a su posición inicial mediante un muelle. Al igual que la máquina de Saint, ésta producía una puntada en cadena. Cuando Thimonnier instaló 80 de sus máquinas en una empresa de confección, los sastres de París lo llevaron a la quiebra y terminó por morir arruinado en Inglaterra.
LA PRIMERA MAQUINA DE COSER
La primera máquina de puntada cerrada fue creada por el inventor estadounidense Walter Hunt hacia 1834. La máquina, que empleaba al mismo tiempo una aguja con un ojo en la punta y una lanzadera oscilante, no se patentó en el momento de su invención, de forma que cuando más tarde Hunt intentó obtener una patente, su petición fue desatendida por motivos de abandon
HISTORIA DE LA MAQUINA SINGER
Antes de la invención de una máquina utilizable para la costura o el diseño de vestimenta, todo fue cosido a mano. La mayoría de los primeros intentos trataron de replicar este método para de coser y en general fue un fracaso. Algunos esperaban que el bordado, donde la aguja se usa para producir un patrón decorativo, no uniese las puntadas. Esta aguja se modificó para crear un buen gancho de acero, llamado aguja en español. Esto se llama crochet en Francia y podría ser usado para crear una forma de cadena puntada. Esto fue posible porque cuando la aguja es empujada en parte a través de tejido y retirada, deja un bucle de hilo. El siguiente punto se pasa a través de este primer bucle mientras crea otro lazo para el próximo punto, esto se asemeja a una cadena, de ahí su nombre.
El primer intento conocido de un dispositivo mecánico para coser fue del alemán Charles Fredrick Wiesenthal, que estaba trabajando en Inglaterra. Se le concedió la patente británica n.º 701 en 1755 para un doble señaló aguja con un ojo en un extremo. Esta aguja fue diseñada para ser pasado a través de la tela por un par de dedos mecánicos y comprendidos por el otro lado por un segundo par. Este método de recrear la mano de coser método sufrido el problema de la aguja pasando a través de la trama, en el sentido de toda la longitud del hilo tenía que hacer lo mismo. Las limitaciones mecánicas significan que el hilo tuvo que ser breves, que necesitan frecuentes paradas para renovar el suministro.
La primera máquina de coser fue concebida y patentada en 1790[1] por el inventor británico Thomas Saint. La máquina de Saint, que estaba diseñada para coser piel y tela, usaba un único hilo y formaba una puntada en cadena. No se usaba aguja sino una lezna para perforar el material que se estaba cosiendo. Otro mecanismo colocaba el hilo a través del agujero, tras lo cual una vara parecida a una aguja con un punto hendido llevaba el hilo a través de la parte inferior, donde un gancho recogía el hilo y lo llevaba a la parte delantera para la siguiente puntada. Cuando el ciclo se repetía se formaba un segundo bucle con el primero en la parte inferior de la prenda, creando así una cadena y el cierre de la puntada. Sin embargo, la máquina de Saint nunca pasó del prototipo.
La primera máquina práctica de coser fue la fabricada en 1829 por el sastre francés Barthélemy Thimonnier. Éste empleaba una aguja en forma de gancho que se movía hacia abajo mediante un pedal y volvía a su posición inicial mediante un muelle. Al igual que la máquina de Saint, ésta producía una puntada en cadena. Cuando Thimonnier instaló 80 de sus máquinas en una empresa de confección, los sastres de París lo llevaron a la quiebra y terminó por morir arruinado en Inglaterra.
La primera máquina de puntada cerrada fue creada por el inventor estadounidense Walter Hunt hacia 1834. La máquina, que empleaba al mismo tiempo una aguja con un ojo en la punta y una lanzadera oscilante, no se patentó en el momento de su invención, de forma que cuando más tarde Hunt intentó obtener una patente, su petición fue desatendida por motivos de abandono.
Trabajando de forma independiente, el inventor estadounidense Elias Howe desarrolló una máquina que contenía los mismos elementos básicos que la de Hunt y la patentó en 1846. Otro inventor estadounidense, Isaac Merritt Singer, patentó una máquina similar y Howe ganó la demanda que interpuso contra él por usurpar su patente. Singer, sin embargo, fue responsable de la combinación de varias patentes en el campo de las máquinas de coser y de sentar las bases para la producción en serie de estas máquinas.
Otros descubrimientos importantes en este campo fueron la bobina rotatoria, que se incorporó en 1850 a una máquina patentada por el inventor estadounidense Allen Benjamin Wilson, así como la alimentación intermitente de cuatro movimientos para hacer avanzar la tela entre cada puntada, que formaba parte de la misma patente. El pie de sujeción, un dispositivo con un muelle a presión para sostener la tela contra la superficie de trabajo, fue desarrollado por Singer después de patentar su primera máquina.
Las primeras máquinas de coser de gran aceptación se accionaban girando una manivela. Más tarde se incorporaron un pedal y un dispositivo de manivela que permitían al operario usar las dos manos para guiar el material bajo la aguja. Las máquinas de coser modernas están equipadas con motores eléctricos que se activan con un interruptor accionado con el pie o la rodilla.
El primer intento conocido de un dispositivo mecánico para coser fue del alemán Charles Fredrick Wiesenthal, que estaba trabajando en Inglaterra. Se le concedió la patente británica n.º 701 en 1755 para un doble señaló aguja con un ojo en un extremo. Esta aguja fue diseñada para ser pasado a través de la tela por un par de dedos mecánicos y comprendidos por el otro lado por un segundo par. Este método de recrear la mano de coser método sufrido el problema de la aguja pasando a través de la trama, en el sentido de toda la longitud del hilo tenía que hacer lo mismo. Las limitaciones mecánicas significan que el hilo tuvo que ser breves, que necesitan frecuentes paradas para renovar el suministro.
La primera máquina de coser fue concebida y patentada en 1790[1] por el inventor británico Thomas Saint. La máquina de Saint, que estaba diseñada para coser piel y tela, usaba un único hilo y formaba una puntada en cadena. No se usaba aguja sino una lezna para perforar el material que se estaba cosiendo. Otro mecanismo colocaba el hilo a través del agujero, tras lo cual una vara parecida a una aguja con un punto hendido llevaba el hilo a través de la parte inferior, donde un gancho recogía el hilo y lo llevaba a la parte delantera para la siguiente puntada. Cuando el ciclo se repetía se formaba un segundo bucle con el primero en la parte inferior de la prenda, creando así una cadena y el cierre de la puntada. Sin embargo, la máquina de Saint nunca pasó del prototipo.
La primera máquina práctica de coser fue la fabricada en 1829 por el sastre francés Barthélemy Thimonnier. Éste empleaba una aguja en forma de gancho que se movía hacia abajo mediante un pedal y volvía a su posición inicial mediante un muelle. Al igual que la máquina de Saint, ésta producía una puntada en cadena. Cuando Thimonnier instaló 80 de sus máquinas en una empresa de confección, los sastres de París lo llevaron a la quiebra y terminó por morir arruinado en Inglaterra.
La primera máquina de puntada cerrada fue creada por el inventor estadounidense Walter Hunt hacia 1834. La máquina, que empleaba al mismo tiempo una aguja con un ojo en la punta y una lanzadera oscilante, no se patentó en el momento de su invención, de forma que cuando más tarde Hunt intentó obtener una patente, su petición fue desatendida por motivos de abandono.
Trabajando de forma independiente, el inventor estadounidense Elias Howe desarrolló una máquina que contenía los mismos elementos básicos que la de Hunt y la patentó en 1846. Otro inventor estadounidense, Isaac Merritt Singer, patentó una máquina similar y Howe ganó la demanda que interpuso contra él por usurpar su patente. Singer, sin embargo, fue responsable de la combinación de varias patentes en el campo de las máquinas de coser y de sentar las bases para la producción en serie de estas máquinas.
Otros descubrimientos importantes en este campo fueron la bobina rotatoria, que se incorporó en 1850 a una máquina patentada por el inventor estadounidense Allen Benjamin Wilson, así como la alimentación intermitente de cuatro movimientos para hacer avanzar la tela entre cada puntada, que formaba parte de la misma patente. El pie de sujeción, un dispositivo con un muelle a presión para sostener la tela contra la superficie de trabajo, fue desarrollado por Singer después de patentar su primera máquina.
Las primeras máquinas de coser de gran aceptación se accionaban girando una manivela. Más tarde se incorporaron un pedal y un dispositivo de manivela que permitían al operario usar las dos manos para guiar el material bajo la aguja. Las máquinas de coser modernas están equipadas con motores eléctricos que se activan con un interruptor accionado con el pie o la rodilla.
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